Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todoun sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desordem de mi naturaleza. Descubrí que soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me passo de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me impporta el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del almasino un signo del zodíaco.
..."
Gabriel Garcia Marquez - Memorias de mis putas tristes
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